EL TREN
Aulla el viento helado enredándose en las viejas cruces de palo,abrazándolas como si quisiera protegerlas del tiempo.
Se sienten los sordos lamentos de los que ya no tienen forma de regresar a un mundo que les dió la espalda.Penetran en mi alma que vuela junto a ellos en ésta noche donde la luna parece lejana e intenta ausentarse del drama.
Trepo las blancas rejas del camposanto y caigo del otro lado con la suavidad de una pluma.Esta ciudad silenciosa desprovista de risas donde los sueños se apilan en mil pedazos me recibe una vez más con sus brazos abiertos.
No siento temor, es como un regresar a casa, es mi hogar,mi patio de juegos,mi jardin de la nada,mi sitio.
Vuela mi transparente vestido, algo parecido a dos lagrimas ruedan por mi rostro desmaterializadas. Pero no estoy sola,ellos me esperaban para compartir conmigo sus soledades hechas de flores agonizantes,de placas sin brillo, de sentimientos extinguidos, de nombres olvidados.
Afuera la vida continua indiferente su marcha,es un tren que pasa dejando resignados pasajeros en su última morada.
Me miro en el espejo inmenso de una antiquisima lápida que lleva mi nombre y me doy cuenta que pertenezco aquí,hoy me toca nuevamente ser fantasma .Mis compañeros se ubican a mi lado para recordarme que existen y que el dolor tambien los alcanza cuando los cubre la indiferencia del olvido, cuando el miedo bloquea el camino y hace imposible la comunicación.
Es tan fácil llegar a ellos y abrazarlos con un simple recuerdo
Hoy aprendí la lección ¿Cuando la aprenderás vos?Porque el tren viene hoy por ti...
XIMENA
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