Un extenso acantilado
se despliega ante mis ojos,
el sonido del inquieto mar
castigando los recuerdos
que alguna vez fueron presente.
Las penas rodando en picada
la adrenalina que pierde su poder,
brazos abiertos...una túnica blanca
planeando en la incertidumbre,
transparente dolor...fría nostalgia.
¿Una cobarde o valiente decisión?
...muchos harán de jueces,
otros no lograrán comprenderlo.
Y la melancolía que se extingue
a vertiginosa velocidad.
El tiempo se agota...
desandaré el camino de mi existencia
pronto llegará el silencio.
a cubrirme con su gloria
en ésta calma prefabricada
seré mi Dios y dibujaré mi destino...
Abrazo el abismo que sabe a desafío,
estallan las desoladas moléculas
que conformaron el estuche de mi alma.
Siento la dulce liberación invadiendolo todo...
viajo rumbo hacia la nada
que desde hoy formará mi todo...
¿Valdrá la pena?...¿Tú que dices?
Ximena
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