miércoles, julio 14, 2010

EN EL MISMO ESPEJO


A ella le gustaba que él la sorprendiera de una forma diferente, no consintiendo sus variados caprichos.Era una forma extraña de sentir que lo amaba.Las broncas, los enojos, el dolor, la desesperación que le provocaba con su actitud,cuando él parecia olvidarse de ella o al menos intentaba hacerselo creer.Cuando hacía como que no existía, cuando le respondia con un hermético silencio ante sus interminables cadenas de mensajes,cuando provocaba sus celos para luego abrazarla y volverla a la vida con un simple beso,sin pedir perdones ni balbucear excusas.
Era tan diferente a los anteriores,en realidad,a todos los hombres que había conocido.Hasta su aspecto físico, su manera de conducirse por la vida, su forma de caminar,su alevosía arrolladora.
No habia mujer que no girara la cabeza para mirarlo cuando bajaba a las corridas de su auto ,en su mundo,tratando de cumplir con su atestada agenda o cuando insinuaba una sonrisa pícara,cómplice,a las apuradas a una ocasional y curvilínea transeúnte con esa cara típica de atorrante que se las sabe todas y las gana a todas.
Era tan seguro de si mismo que la apabullaba. Ella se identificaba tanto con él, en sus defectos y manías, en sus gustos y en sus disgustos, en sus engaños ,en su locura, en su bipolaridad asumida.
Había prometido no amarlo y sin embargo el egoísmo que él le obsequiaba metodicamente, gota a gota como un tóxico veneno la deslumbró y fue haciéndose adictivo.Era como un gato mimado esperando lo consientan sobre el regazo,esperando caricias, atenciones, adoración ,dando solo cuando tenia ganas.La volvia loca de amor, terminó rompiendo su promesa y por el contrario en vez de desilucionarse su manera de actuar ,la enamoró como nunca soñó enamorarse.
Era lo que estaba necesitando,y quizas quien estaba esperando.Alguien para el cual ella no fuera el centro del mundo, alguien para conquistar,para ganar,un desafío viviente,un egocéntrico de esos que uno desea arrodillar frente a uno aunque intimamente desea que no suceda.
El era libre, bello, peligrosamente infiel,seductor,mentiroso,implacable,cruel,asi,como ella misma.
Como diría el gran Borges "no los unía el amor sino el espanto" tal vez de verse el alma en el mismo espejo, por eso, seducidos, como Narcizo contemplando su propia belleza en las aguas transparentes de un lago, se hundieron en las garras de una pasión monstruosa que se apoderó de ellos hasta asfixiarlos ,y no pudieron ,ni mucho menos quisieron, evitar amarse hasta la muerte.

XIMENA

4 comentarios:

Mirache dijo...

Ella escribe maravilloso y ademas se mete en cada uno de sus poemas. Borges no se habìa equivocado cuando dijo que a ella le encantaba vivir en el espanto que su espejo reflejaba.

què prosa...me encanta leerte.

saludos
carlos

Jesús dijo...

Genial y realista

Ximena Rivas dijo...

Los espantos del espejo son tremendos jaja es que uno reinicide en buscarlos
Un abrazo Mirache un placer tu visita

Ximena Rivas dijo...

Muchas gracias Jesús.Un placer encotnrarte por aqui nuevamente
Ximena