Dibujo en el aire
jeroglificos luminosos
bajo el influjo de la gran magia
en el fértil y versátil terreno
de los duentes y las hadas.
Les pido respetuoso permiso
al aire y a la tierra
al fuego y a las aguas,
me inclino solicitando ayuda
a los seres primordiales
para sembrar mis semillas
para limpiar la cizaña.
Ellos me dan su apoyo
asintiendo en el silencio,
se va creando un clima
de luz y esperanza.
Rituales de vida
en plena naturaleza
el aire se purifica
el amor nos hermana.
Respira aliviada
la madre tierra
es una tregua a su agonía
una caricia para su alma.
En comunión con el espíritu
elevo mi voz al infinito
recito una plegaria sin palabras,
aquí en este contexto
ya no son necesarias.
Sòlo se escucha al corazòn
lo pensamientos tienen alas
y como una parte más del círculo
me hago una con el todo
no hace falta màs nada...
XIMENA
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